sábado, 24 de abril de 2010

Boinc, Boinc.

No hace demasiado tiempo, navegando por Wikipedia (costumbre mía, perder tiempo valioso de estudio en leer cosas tan diversas como la mitología de H.P.Lovecraft, sinopsis de películas, o videojuegos antiguos), encontré algo interesante; Boinc.
No espero que alguien sepa de primeras lo que es. Y aunque está bien explicado en la página web, intentaré explicaros de forma somera qué es y para qué sirve, probablemente cargándome todo el interés que pudiera despertaros el leer la página oficial.



(Atención; parrafada científica incoming).


A la hora de obtener datos científicos o de todo tipo, un problema recurrente no ha sido, como muchos podrían esperar, la falta de información, sino el poder procesarla y analizarla. Científicos de todo el mundo se han percatado de que hemos llegado al punto donde tenemos más información de la que podemos procesar. Actualmente existen varios "Superordenadores" que el ser humano ha creado (algo con lo que no podríamos dedicarnos al MSN, no), cuya única función es desentrañar misterios de la ciencia, o analizar señales del espacio. Son ordenadores cuyas características, por ejemplo, son:

  • Velocidad de Proceso: miles de millones de instrucciones de coma flotante por segundo (Diría que no son Pentium II, no).
  • Miles de usuarios (muy cualificados, por supuesto) empleándolas en instalaciones especiales con unos sistemas de refrigeración industrial.
  • Clientes usuales: grandes centros de investigación.
  • Penetración social: prácticamente nula. (¿A quién le importa esto cuando puede cotillear con la vecina?).
  • Impacto social: muy importante en el ámbito de la investigación, ya que provee cálculos a alta velocidad de procesamiento, permitiendo, por ejemplo, calcular en secuencia el genoma humano, número Pi, desarrollar cálculos de problemas físicos dejando un margen de error muy bajo, etc.
  • Parques instalados: menos de un millar en todo el mundo.(Y os preguntaréis por qué)
  • Costo: hasta decenas de millones de dólares cada una de ellas. (Por esto).
Y aún así, se quedan cortísimos en tareas como, por ejemplo, analizar los datos que obtiene el LHC , o las predicciones meteorológicas. Por esto, dado que no existen superordenadores tan potentes como para resolver cientos de millones de ecuaciones (o más) que aún quedan por resolver, a alguien se le iluminó la bombilla, y pensó en emplear algo tan simple como la cabeza. Esto es:

"Si uno grande cuesta millones, quizá millones más baratos puedan servir"

Y así nacieron los sistemas como Boinc. Boinc no es más que una de las plataformas de computación distribuida más potentes del mundo, superando a cualquiera de los Superordenadores actuales, siendo el proyecto de SETI@Home el más antiguo y conocido. ¿Cuál es este proyecto? Imaginaos qué es si las siglas son: Search for ExtraTerrestrial Intelligence . Si, busca vida extraterrestre analizando señales que recibe del espacio.

¿Qué fue lo que me interesó de esto? Como la propia página dice, este programa emplea parte de la CPU de tu ordenador para realizar una infinitésima parte de los cálculos que recibe continuamente. Un solo ordenador personal no puede realizar demasiado trabajo, pero si piensas que hay más de medio millón de ordenadores haciendo lo mismo, la cosa cambia. ¿Te gustaría aportar, de una forma física, tu granito de arena para ayudar a la Ciencia? A mí no me importa dejar parte de los recursos de mi ordenador para dicho programa (De hecho me consume el 75% de la CPU, lo puedes especificar tú mismo), ya que creo que no pierdo nada por ello.

Si a alguien le ha parecido interesante esta horrible presentación que he hecho, hay ciertos enlaces interesantes, siendo el más útil el instalador del servicio BOINC. Una vez dentro, puedes elegir los proyectos en los que quieres unirte; desde el SETI, hasta los que trabajan en predicciones climatológicas, la resolución de problemas matemáticos sin resolver, la desencriptación de mensajes codificados...

La pregunta no es "Por qué". Diría que la pregunta puede ser "Por qué no".

El Eterno Dilema.

El pensamiento humano. Lo que nos diferencia de los animales. Lo que nos hace únicos (o eso creemos) entre los seres que pueblan este mundo, al menos, los que conozcamos. El arma que nos dio la Naturaleza para sobrevivir, donde otros tienen garras, piel correosa, una visión insuperable, o un oído excepcional. Nosotros aprendimos que el fuego quema, y que aleja a los animales. Que nos sentimos capaces de explicar como funciona el todo en base a leyes y a suposiciones, Ciencia.

Y durante muchos siglos, los humanos han pensado. Unos, más que otros. Filósofos, Científicos, o simplemente Pensadores, qué más da el nombre. La cuestión es que desde siempre ha existido gente que observa el mundo desde otro punto de vista, no se queda en lo terrenal, sino que intenta abarcar más allá, siempre, de los límites de su comprensión.

Al respecto, existe, ha existido, y probablemente exista, un tema que ha sumido en la confusión a todos los que alguna vez han intentado descifrarlo. La Muerte. El Gran Olvido, la Eterna Oscuridad, el Último Viaje... Docenas de nombres se le han dado desde el principio de los tiempos. Para unos, el momento donde el alma imperecedera se separa del cuerpo terrenal y en pecado; el instante que juzgará su destino, si un descanso eterno o un abismo de oscutidad y dolor. Para otros, la muerte no es más que el comienzo, la eterna rueda de la vida y la resurrección simplemente dará otro giro, y el alma olvidará todo lo que fue. Algunos definen la muerte como el momento donde las células que componen nuestro cuerpo no funcionan apropiadamente, perdiendo nuestro cuerpo la capacidad de funcionar, y simplemente, no podemos continuar.

La historia ha mostrado que desde las culturas más antiguas, se ha intentado buscar explicación, o desentrañar las verdades de la muerte. Templos de culto, Dioses que velan por aquellos que mueren, explicaciones científicas... Todo oculta algo; no sabemos qué sucede después de ello, y el miedo a lo desconocido es algo que logra tambalear toda nuestra existencia.

El olvido, es lo que temen algunos. El temor a que tu existencia haya sido fútil, que no hayas conseguido nada por lo que haya merecido la pena tu esfuerzo. Conozco ese temor; lo sufro demasiado a menudo. Pensar demasiado es pensar en vano, me temo. Dicen que la ignorancia da la felicidad, y muy probablemente sea cierto; dudo que aquellos que no piensan en la muerte la teman, o esperen con temor lo que suceda. Simplemente, viven la vida. Algo tan fácil... Y tan incanzable para mí. No hace mucho me descubrí haciéndome a mí mismo una revelación, tan autodestructiva que me hizo temblar a mí mismo, a pesar de que fueran solamente las 7:25 de la mañana y estuviera en el transporte camino a la Universidad. Esto fue lo que me dije:

"Existen dos cosas fundamentales del ser humano: El nacer de otro, y la muerte. Dado que una vida humana es insignificante en relación al todo, al mundo que vivimos, a los actos de la humanidad, al espacio, al cosmos...No tiene sentido vivir una vida condenada al no lograr nada, y al olvido."

Puede parecer idiota... Pero decirse a sí mismo algo como esto cuando tu cerebro aún está medio dormido, asusta. Al menos, a mí. Recuerdo que, de pequeño, incluso pensaba en estas cosas, en la muerte y en lo que sucedería. Recuerdo que yo, iluso, me decía "Eso no me pasará, yo no me moriré." Y no tendría ni ocho años...

¿Qué es lo que espera a los humanos tras la muerte? ¿Existe el Cielo, el Paraíso, el Ciclo de la Resurrección? ¿Los fantasmas, otras vidas paralelas, una eternidad encerrado en una caja pútrida? ¿O no nos espera nada más que el vacío y la inexistencia? ¿No asusta, el pensar que cabe la posibilidad de que, una vez tu tiempo en este mundo acabe... Simplemente lo que conforma tu ser se deshaga y no seas más que nada? ¿No hemos estado buscando milenios la respuesta de que no es así?

Pero... ¿Qué sucederá si realmente es así? Si la Muerte es el desvanecimiento total, el fin de todo... ¿Tiene sentido la Vida?

Y Dios dijo: "Hágase el Caos"

No hace demasiado tiempo, vi una película en el cine (algo inaudito; si voy al cine cada cuatro meses es pedir mucho) que me hizo reflexionar, un poco más, sobre la religión.

La película en cuestión era "El Libro de Eli" , una película de tipo post-apocalíptica, en un futuro distópico. Uno de los puntos curiosos de la película se basa en que ves los restos del desastre, escuchas hablar de él, pero jamás se hace referencia directa a lo que sucedió. Eso, a mi opinión, resulta más perturbador que citarlo. ¿Y por qué? Tan sencillamente porque, en otras películas con futuros distantes/distópicos (Waterworld, Matrix, hasta Wall-E), siempre te narran por qué sucedió el "desastre que destruyó a la humanidad tal y como se conocía". Eso, en parte, reconforta al espectador, sabe que eso no ha sucedido. Pero en la película en cuestión, no dice nada al respecto. Y esto te puede hacer dudar; incluso, te podría hacer pensar: ¿Es realmente esto a lo que puede llevar la situación mundial ahora mismo?


Pero volvamos al asunto de la religión. Trataré de evitar spoilers centrándome en el tema.

Uno de los aspectos que trata la película se basa en un dicho popular muy conocido ("La Fe mueve montañas"). Esto es tan fácil como pensar: ¿Qué se ha hecho en el mundo en nombre de Dios, Alá, el Panteón Griego o los inmumerables seres que venera el ser humano? Cruzadas, masacres, ocultar la historia, guerras, y un derramamiento de sangre, desde que el tiempo es tiempo. La Fe no solo mueve montañas, como podemos ver, y como la película hace entender, puede ser empleada como un arma. Un arma, porque en nombre de la Fe, se pueden hacer los actos más salvajes que la raza humana conoce. Por supuesto, no negaré que también la Fe tiene su lado positivo. Y vaya que lo tiene. Opino que todo el mundo ha de poseer Fe en algo, ya sea él mismo, una divinidad, o en el Progreso. Pero has de tener la creencia y el espíritu para seguir adelante, pensar en metas, caminos, sendas, y maneras. No obstante, no creo que la Fe se reduzca a "sigue las normas que llevamos milenios haciendo". Considero la Fe como algo personal, no un arma, ni tampoco algo que deba llevarse más allá.

Soy Ateo, y no hago nada por ocultarlo ni me avergüenza. Ni estoy bautizado, ni soy creyente, ni pienso empezar ahora, con 18 años. Nunca digas nunca, eso siempre lo he escuchado. Pero puedo decir, sin temor a equivocarme, que actualmente, no hay nada que me haya hecho cambiar de opinión respecto a mis creencias. Respeto la creencia de los Católicos, Islamistas, Judíos y demás religiones; no soy quién para negarlas. Ahora bien, ello no quita que en diversas ocasiones, sus actos sean para mí reprobables.

Muchos conocen los típicos cuentos sobre la Inquisición, formada (Si mis conocimientos de Historia) no fallan, por Isabel la Católica. Si bien mucho de lo que se cuenta de la Inquisición fueron mentiras introducidas por Franceses e Ingleses para debilitar la posición del Imperio Español, no se puede negar lo macabros que fueron sus actos. ¿Por qué las torturas, las mutilaciones, las masacres, las piras...?


¿ Por qué limitar tu alimento, forzarte a actuar de una forma, prohibirte lo que por naturaleza has de hacer?

Muchas respuestas no pertececen a la Divinidad sino a la inteligencia y sagacidad de los que vieron que la Fe era un arma terrible, que adecuadamente esgrimida, podía cambiar el mundo. En la película, se observan los intentos por esgrimir dicha arma, que se consideró la causante de la catástrofe que sumió al mundo en la ruina.


Pero la cuestión es: ¿Realmente la Fe es la única arma que puede hacer eso? La respuesta está fuera de nuestro alcance...



PD: Como siempre, la neutralidad al respecto jamás me ha salido bien del todo. Siempre me han gustado el culto a la Naturaleza y a Gaia, la Tierra Viva.

La Magia de las Palabras

Recuerdo que cuando escuché hablar de los blogs por primera vez, mi impresión fue:
- "Parece muy interesante"
Pero, bien por mi desconocimiento del tema, bien por mi timidez habitual, la idea de empezar un blog cayó en el olvido... Hasta no hace mucho.

Leyendo blogs de compañeros y amigos, he caído en la cuenta de varias cosas:
  • Primero, que uno de mis mayores miedos era el poder expresarme adecuadamente en ellos; nunca comprendí como conseguían los autores de otros blogs desarrollar tanta personalidad a la hora de escribir.
  • Segundo, que mis miedos eran infundados. De hecho, lo que más me ha costado a la hora de empezar esto no ha sido ni más ni menos que el nombre... Así que no me echará hacia atrás la forma de expresarme.

Quienes lean estas palabras (que no serán muchos), sin duda pueden encontrar curiosa la inscripción principal. Es griego. No penséis mal; yo no sé ni jota sobre dicho idioma, pero la sabiduría helenística siempre me gustó. Puede ser porque ya desde pequeño, el regalo de unos familiares fue una plaquita con mi nombre, que rezaba:

Néstor, de origen griego, que significa "viajero".

Extraño, para alguien que no le gusta nada más que su isla. Pero quizá no se refería, esa placa, a los viajes físicos. Mi mente viaja, de eso no he dudado nunca; así como mi mirada. Veo muchas cosas, y aunque otras se ocultan en la bruma, pues soy bastante despistado, podría decirse que me enorgullezco de mi capacidad para observar. Y en silencio.

Es curioso, como funcionan las palabras... La inscripción griega la obtuve de un Traductor, al emplear las palabras "Vigilante Silencioso". Pero al hacerlo al revés, tradujendo la inscripción en griego al español, obtuve las palabras "Observador Tranquilo". Ignoro si es mera casualidad, pero creo que son palabras que definen mi modo de ser a la perfección.

Tal vez esta sea la primera entrada de muchas, quién sabe. Actualmente hay muchas cosas que he de hacer, pero espero poder llenar este pequeño diario público con más notas. Quizá incluso me ayude.